Potpourri, Vol 17: Movimientos para salvar el mundo

Por Guadalupe Treibel


En idioma maya, la palabra “paax” significa “música”; en latín, “paz”. Y desde hace tres años es además el término que identifica el puente cultural que ha tendido la directora de orquesta Alondra de la Parra. Sin soltar la batuta, la reputada mexicana es la fundadora del Festival Paax, cuya tercera edición tuvo cita en la Riviera Maya hace unas pocas semanas. Además de puestas de ballet y artes escénicas, hubo música: reconocidos artistas de distintas partes del mundo interpretando un repertorio sinfónico variopinto, desde composiciones del siglo XVII hasta música contemporánea. En programa, La consagración de la primavera, de Stravinsky, Daphnis y Chloé, de Maurice Ravel; también Natalia Lafourcade estrenando su suite De todas las flores, por poner algunos ejemplos. De lo más destacado de las jornadas, el gran debut de Imposible, nuevo trabajo de la mentada Alondra, creado con el compositor Arturo Márquez. “Es una obra gigantesca que reflexiona acerca de los problemas más grandes de la humanidad”, ha dicho Parra sobre esta sinfonía en la que cada movimiento habla de un tópico urgente, ya sea la crisis migratoria, el calentamiento global, la igualdad de género. En la primera pieza, vía cuerdas, los acordes recuerdan a la naturaleza, interrumpidos por sonidos metálicos que evocan las máquinas que destruyen todo a su paso. El cierre por todo lo alto acaba con una nota positiva; un llamado, según la directora de orquesta, a arreglar el planeta desde la unidad, el equilibro, la armonía.

 

Billie te invita a soñar con un alce divino


Vale suponer que la joven superestrella Billie Eilish anda la mar de ocupada con los preparativos de su inminente gira mundial, exigente tour que empezará este septiembre en Canadá y la tendrá moviéndose por ciudades del globo durante diez meses, presentando las flamantes, melancólicas canciones de su tercer largaduración, el aclamado Hit Me Hard And Soft, salido hace apenas dos meses. Aún así, la chica genio se ha hecho una pausa de su ajetreada agenda para contribuir a una causa importante: leer un cuento infantil a pequeñitos para que se entretengan y reflexionen previo a quedarse planchados. Eilish es la última música en colaborar con el ciclo de bedtime stories de CBeebies, canal de la BBC dedicado a la primera infancia, y para la ocasión, seleccionó un favorito personal: Este alce es mío, entrañable obra del escritor e ilustrador irlandés Oliver Jeffers. Lo ha elegido porque, según  explicó, “nos enseña que necesitamos cuidar de criaturas hermosas y salvajes como el alce Marcel, pero también debemos dejarlos libres”. En ediciones pasadas, por cierto, leyeron historias para la platea de CBeebies personalidades como Dolly Parton (que se decantó por Dog y los libros, de Louise Yates, sobre un perrito enamorado de las letras que abre su propia librería) y Harry Stiles (que escogió En cada casa, en cada esquina, de Jess Hitchman, una celebración a las familias y los amigos).  Y colorín, colorado, este cuento relatado ya está colgado.



¡Qué salidas! Mix salpicadito

Cassandra Jenkins

“El pop febril y la elegancia folk de Cassandra Jenkins encienden My Light, My Destroyer”, reza la prensa especializada sobre el tercer y último disco que confirma el talento único de la neoyorkina. “Como la noche misma, el mundo de este álbum se expande continuamente”, comparte la cantante y compositora que, en esta obra, amplía su paleta de sonidos con toques indie-rockeros, new wave, jazzísticos para dibujar nuevas quimeras, algunas instrumentales, dignas sucesoras de An Overview on Phenomenal Nature, su elogiado LP anterior, de 2021.

Y además, el encanto de Clairo está en plena forma en Charm, flamante largaduración que conjura un hechizo perdurable a través de composiciones soft-rock infusionadas de soul. Grabadas analógicamente, las canciones del tercer álbum de esta estadounidense de 25 fueron producidas por Leon Michels (Norah Jones, The Dap Kings), que hace su aporte al discreto, adictivo talento de la artista.

Por otra parte, mientras sigue tocando con su banda The Breeders, la carismática Kim Deal -leyenda viva de la música, antaño bajista de Pixies- vuelve al ruedo compositivo con Coast, su primer single en solitario en una década; un tema soleado en el que recuerda las costas de la isla de Nantucket, en Massachusetts, aunque Kim no sea fan del sol ni de las olas.

Otro emblema -esta vez, de la poesía- vive en la voz de la cantante Lina, renovadora del fado que sigue presentando Fado Camões: canciones sobre poemas de Luís Vaz de Camões, autor del siglo XVI, tenido por uno de los referentes mayores de Portugal. En este disco estrenado recientemente (que suma los teclados de John Baggott, colaborador de Massive Attack y Portishead), Lina nos descubre que “la estructura y la temática de muchos poemas de Camões son muy similares a las de los fados tradicionales”, y lo hace entonando versos que -a su entender- son rematadamente actuales al hablar “sobre el sentido de la vida, el desamor, la infancia, cómo soportar la pérdida de la persona amada”.

Roxana Amed

Asimismo, la impar compositora e intérprete Roxana Amed “nos envuelve en una atmósfera cálida y poética” en su undécimo álbum, el bilingüe Becoming Human, donde explora “una variedad de sonidos jazzísticos, desde el hard bop de John Coltrane hasta la mezcla/fusión contemporánea”. Tal la apreciativa mirada de la severa prensa estadounidense sobre las últimas canciones -“embriagadoras”, “esculturales”- de Amed, que ella organiza bajo el concepto de la vida de una artista, desde su nacimiento hasta la muerte. Reconocida su obra por los premios Grammy en varias oportunidades, la primera mujer en ganar el Gardel en el rubro Mejor Álbum de Jazz (por Ontology, en 2022) vuelve a la Argentina donde nació, tras varios años instalada en Miami. En esta velada -que tendrá cita el domingo 4 en el CCK y será un concierto gratuito-, Roxana Amed repasará parte de su amplio repertorio, presentando las composiciones recientes de Becoming Human y otras incitantes piezas de discos pasados.   

Lo último, aunque no menos importante: a caballo entre Italia y Argentina, la cantante y chelista salteña Eva Sola firma su primer disco solista, Tango criollo, un trabajo notable que parte de la curiosidad: entender qué y cómo se tocaba en los primeros años del siglo XX. “¿Qué cantaba Gardel con Razzano? ¿Cuáles fueron los primeros tangos? ¿De dónde salían, de qué hablaban...?”, se pregunta esta artista, y procede a responder de la mejor manera posible: con tangos tempranos, camperos, que refieren al rancho, la pulpería, las fiestas populares. Recuperar sonidos y expresiones de la música popular parece ser parte del ADN de Eva Sola, dos veces ganadora de los premios Garden -en 2012 y 2022- por los discos Vidala y Vidala en mi Zamba a dúo con Nadia Szachniuk, donde las chicas rescataban canciones de origen anónimo y popular, especialmente del norte argentino.



Sean bienvenidas las coristas


Hace ya dos años, la histórica Catedral St. Paul, en Inglaterra, anunciaba que rompería una de sus tradiciones más longevas: su respetado coro de niños sumaría ¡por fin! a niñas. Un hito que se hizo esperar… nueve siglos, y que se concretó hace apenas unas semanas, cuando dos entonadas jovencitas -Lila, de 11 años, y Lois, de 10- debutaron oficialmente en el servicio dominical del pasado 30 de junio. Fueron meses de ensayos y preparaciones hasta que ser confirmadas como coristas estables, “un período divertido y, a la vez, duro”, en palabras de Lois. “Es genial aprender cosas nuevas cada día de gente que sabe tanto de música; nos da confianza”. La petite Lila, mientras tanto, está chocha por marcar la diferencia. “La igualdad es importante para mí”, dice esta jovencita que, al igual que su compañera, fue recibida con los brazos abiertos por la exenfermera Sarah Mullally, primera obispa anglicana de Londres desde 2018, tercera en el escalafón de estas altas jerarquías eclesiásticas.

 

¿Melodías más simples para oyentes cada vez más ramplones?  


La evidencia científica cantó las cuarenta: las melodías de los grandes hits son cada vez más simples y repetitivas, según un estudio recientemente publicado en la revista Scientific Reports. Para llegar a tamaña conclusión, su autora Madeline Hamilton -científica informática de la Universidad Queen Mary de Londres- examinó los principales éxitos musicales del ranking Billboard desde 1950 hasta nuestros días. Y sometiendo el tono y el ritmo de las melodías a sofisticados algoritmos y modelos matemáticos, llegó a la conclusión de que la complejidad viene consistentemente en picada desde hace siete décadas. Las bajas más acentuadas, acusadas por Hamilton: en 1975 con la explosiva moda de la música disco, y en el 2000 con la popularidad del hiphop. Por si las mosquitas, la especialista aclara que esta conclusión no implica que los temas de hoy sean peores que los de antes. “Una posible causa para la simplificación melódica es que sea una respuesta a un aumento en la complejidad de otros aspectos de la música”, propone, y el diario El País amplía su respuesta aclarando que, quizá, para no abrumar a las audiencias, se trataría de “una adaptación evolutiva a un mundo en el que triunfan canciones más rápidas -con un mayor número de notas por segundo-, con múltiples capas de voces e instrumentos, y con una producción que cuida al detalle la calidad sonora”.

 

Batiburrillo musical contra el fascismo

Harto sabido que, frente al avance de la extrema derecha, el pueblo francés dio un mensaje esperanzador en sus recientes elecciones legislativas, que tuvieron como claro vencedor al Nuevo Frente Popular, la coalición de partidos de izquierda. Días antes de que el electorado se expresara en las urnas, el Front des Musiques Indépendants -movimiento a favor de la repolitización de las prácticas en la música- se manifestó a través de dos playlist: el volumen 1 y 2 de En lutte! Compilation antifasciste pour un monde meilleur. Unidos contra el fascismo, más de cien artistas y bandas independientes, incluidas unas cuantas chicas, en los más diversos registros. Wendy Martinez colabora con “Le pays imaginaire”, una canción pop psicodélica orquestal. El noise punk metalero dice hola vía “Télépathine Ultraviolence”, cortesía de Ellah A. Thaun. La banda grunge feminista Mary Bell aporta su tema “You Tell”, mientras la cantante y compositora parisina Lila Ehjä suma “Clivota”, track pospunk de inspiración industrial. Apenas algunos ejemplos de este compilado que incluye piezas previamente difundidas, pero también composiciones inéditas, reversiones y remezclas. Una buena manera de descubrir artistas comprometidas poco conocidas en estas latitudes, a golpe de click y gratarola a través de Bandcamp.