Manifestante pro-choice frente a la Corte tras conocerse el fallo. Crédito Sarah Silbiger, para CNN |
Los presagios más sombríos se cumplieron el viernes 24 de junio, día en que quedó anulado el histórico fallo de Roe versus Wade, de 1973, que garantizaba el derecho al aborto en los Estados Unidos, pudiendo cada estado decidir sobre las restricciones. Aunque previsible, dada la mayoría de jueces conservadores, tras la decisión de la Suprema Corte de los Estados Unidos, la indignación colectiva estalló: hubo llantos y gritos y pancartas en los lugares públicos de ese país. Y la indignación traspasó fronteras, se impuso en los titulares de muchos diarios, en las redes, mientras que la derecha religiosa, evangélica se frotaba encantada las manos: la promesa hecha a Donald Trump para darle el triunfo presidencial, se había cumplido. El nombramiento de la jueza ultrarreaccionaria Amy Coney Barrett había dado su fruto envenenado sin importar que casi dos tercios de la población estuviese a favor del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, al igual que el 61 por ciento de los estados (solo el 30 por ciento apoyaba la anulación de Roe, según Public Religion Research).
Crédito Sarah Silbiger para CNN |
Consecuencias
inmediatas
Ilustración del New Yorker |
Por otra parte, algunas voces progresistas anuncian que se está entrando a una era no tanto de aborto inseguro como de su vigilancia y criminalización, por la actitud persecutoria de ciertos estados sureños -verbigracia, Texas y Missouri-, que venían estrechando el cerco sobre las mujeres con embarazos indeseados, sobre las clínicas donde se practicaban abortos. Y que, a partir de la caída de Roe, aumentarán la vigilancia no solo sobre ellas, sino también sobre médicos/as, enfermeros/as, farmacéuticos/as para detectar cualquier embarazo que sea truncado. Incluso se descuenta que las pérdidas espontáneas ahora podrían ser investigadas como un potencial delito. Los fiscales estarán en condiciones de seguir todas las pistas si tienen la sospecha de que esa pérdida ha sido deliberada. Y, por cierto, las mujeres que mediante pastillas quieran autogestionar su propio aborto porque es peligroso su embarazo, tendrán que elegir entre arriesgar su salud o arriesgar su libertad. Las ramificaciones legales de la idea de que, desde la concepción, el embrión o feto es un ser humano completo merecedor de todos los derechos, según sostiene el movimiento antiaborto, incluye en algunos cruzados exacerbados la clasificación del DIU o la píldora del día después como instrumentos de un crimen…
Carmen Winant, collage, 2021 |
Laia Abril, el derecho a elegir |
Paula Rego, serie El aborto (en época de ilegalidad) |
Otras voces en distintos ámbitos
Barack Obama se mostró “desconsolado por la horrible decisión que traerá consecuencias devastadoras”, y escribió en un comunicado en Los Angeles Times: “Tengo el corazón roto por la adolescente llena de entusiasmo y proyectos de vida que no podrá terminar la escuela ni vivir su propia vida porque el estado controlará sus decisiones reproductivas, por la madre con embarazo inviable que ahora se verá obligada a llevar adelante ese estado; por los padres que verán el futuro de sus hijas desvanecerse ante sus ojos; por los trabajadores de la salud que ya no pueden ayudar por la amenaza que sufren de ir a la cárcel (…). Si te rindes ahora, heredarás un país que no se parece en nada a los valores en los que creemos. Es este un momento muy difícil pero nuestra historia no terminará aquí. Aunque parezca que no, podemos hacer mucho ahora. Y debemos hacerlo”.
Cientos de artistas del espectáculo y otras figuras famosas se siguen sumando al rechazo al veredicto de la Corte, entre la pena y la furia, las ganas de actuar políticamente y la crítica durísima: Viola Davis, Jessica Biel, Mark Ruffalo, Rob Reiner, Elizabeth Banks, Mariah Carey, Alyssa Milano, Billie Eilish, Bella Hadid, Cindy Lauper, Eva Longoria, Reese Witherspoon, Martina Navratilova, Taylor Swift... Desde luego, Hillary Clinton y Michelle Obama, entre otras destacadas demócratas. Indignada, Jane Fonda declaró en París al diario Le Monde que “la Suprema Corte de los Estados Unidos era una cloaca de extrema derecha. Me siento enferma de disgusto. Confío en que las urnas le van a dar un revés a esta anulación. Quiero luchar, no estoy retirada”, clamó la actriz de 84. La ascendente estrella de rap Lizzo donó 500 mil dólares para las organizaciones de ayuda sin fines de lucro, como Planned Parenthood, Pro-Choice America; y a su vez, Live Nation, que gerencia la organización y promoción de los shows de la rapera, aportó otros 500 mil para llegar al millón. Gestos que están inspirando toda una oleada de solidaridad. Por caso, usuarias de TikTok que ofrecen hospedaje en sus hogares como espacio seguro a mujeres de estados restrictivos, que buscan obtener un aborto en zonas donde rige el derecho. Y artistas visuales como Elana Man, creadora de sonajeros de protesta con la leyenda NOOO que ha repartido en marchas de protesta, dice: “Necesitamos un momento para llorar por este cruel fallo que afecta mayormente a las afronorteamericanas y a las más humildes. Y luego, retomar energías para movilizarnos. Me aferro a la esperanza como un salvavidas para no ahogarme en un mar de rabia y desolación. Tenemos una larga lucha por delante”. Entretanto, Jenny Holzer ha lanzado un NFT para recaudar fondos: la obra de arte digital es una captura de pantalla del derechista Tucker Carlson Tonight con la leyenda: “Tomar una decisión consciente con respecto a tu propio cuerpo no debería ser controversial”. Ella también apoyando a entidades de bien relativas al derecho en cuestión, sin financiamiento gubernamental.
Paula Rego, serie El aborto |