Por Silvina Quintans
El documental Fui Alan por un año aborda un tema poco explorado: recorre las vidas de personas que por distintos motivos nunca tuvieron documento de identidad. Una situación en la que se calcula que hay cerca de 150 mil personas en el país, aunque la naturaleza misma del problema hace que no existan números oficiales.
La película pone la mirada en las historias de estas personas invisibles. “No sos nada, sos un NN”, afirma una de las protagonistas que le dijeron en una repartición pública. Personas que son tratadas como fantasmas, a las que se les niega el derecho a la identidad por haber tenido la mala suerte de no haber sido inscriptas al nacer por los más diversos motivos.
Son todos casos distintos y siempre ligados a la vulnerabilidad: una pareja de adolescentes que se escapa del hospital con su hijita y nunca la inscribe, una mamá enferma y un papá cartonero que no tenían recursos para acercarse al registro, una mujer que pierde los papeles en una mudanza, una niña abandonada por sus padres.
¿Cómo son las vidas de estas personas?
“Piensen en los problemas que tenemos cuando nos roban o perdemos el documento, imaginen que estas personas tuvieron esos problemas durante toda su vida”, reflexionaba el director, Darío Arcella, durante la reciente presentación en el Cine Gaumont. En el documental cada uno cuenta su experiencia: un papá que no pudo reconocer a su hijo por no tener documento, una chica que no pudo seguir estudiando, personas que solo pueden conseguir trabajos precarios. Fui Alan por un año es el nombre de la película y está extraído del testimonio de Cristian, uno de los entrevistados, que para conseguir trabajo usaba el documento de su hermano Alan. Cuando se empleó en una casa de comidas rápidas, le costaba darse por aludido cuando lo llamaban con el nombre que su hermano le había prestado. “Fui Alan por un año”, le dice a la cámara, con un dejo de humor y de tristeza.
Estas personas se ven envueltas en una maraña de trámites en los que se les exigen testigos, papeles, traslados de una oficina a la otra durante años. Todo para lograr un derecho tan elemental como el de portar su documento de identidad. No en vano el documental va hilvanando fragmentos de la parábola Ante la Ley, de Franz Kafka, en la que un campesino espera hasta la muerte que un guardián le abra las puertas de la ley. Los trámites que enfrentan estas personas son literalmente kafkianos.
La película abre los títulos con los números de documento del director y de cada uno de los miembros del staff. No aparecen sus nombres, el documento es el signo de la identidad que se les escamotea a los protagonistas de estas historias que necesitan ser contadas para llamar a la reacción del Estado y de una sociedad que lleva largos años en la lucha por el derecho a la identidad.
Ficha técnica:
FUI ALAN POR UN AÑO /Documental/ 62 minutos/2021
Producción de Grupo Documenta con el apoyo del
Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), auspiciado por Iadepp
(Instituto Abierto para el Desarrollo y Estudio de Políticas Públicas), el
Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales - Presidencia de la
Nación y la Secretaría de Derechos Humanos de Córdoba
Guión y Dirección: Darío Arcella / Asistente de
Dirección: Marina Rubino / Productora Ejecutiva: Ana Krichmar / Producción:
Macarena Macro / Productor asociado: Fernando Lojo / Equipo de Producción:
Macarena Macro, Gabriel Notario, Oscar Alejandro Ibarra / Cámara y fotografía:
Mario Capetillo Torres / Sonido Directo: Bautista Lofredo / Montaje: Marina
Rubino / Efectos – post de imagen: Mariano Zucatzky / Corrección de color:
Martín Sappia (EDA-SAE) / Música Original: Mariano Vélez / Arte gráfico:
Viviane Avelar Gandra