Espejo

Un poema de Sylvia Plath

Ilustración para Damiselas: CathyM (@cathymsketches)

Traducción Marina Soto


Soy de plata y precisión. No tengo ideas previas.

Todo lo que veo lo ingiero inmediatamente

Tal como es, sin que me empañen el amor o el desagrado.

No soy cruel, solo veraz,

El ojo de un pequeño dios, con cuatro esquinas.

La mayor parte del tiempo medito sobre la pared de enfrente.

Es rosa, con manchas. La miré tanto

Que creo que es parte de mi corazón. Pero hay intermitencias.

Rostros y oscuridad nos separan una y otra vez.

 

Ahora soy un lago. Una mujer se inclina hacia mí,

Buscando en mi extensión lo que ella realmente es.

Luego se vuelve a esas mentirosas, las velas o la luna.

Veo su espalda, y la reflejo con fidelidad.

Me recompensa con lágrimas y sacudiendo las manos.

Soy importante para ella. Ella va y viene.

Cada mañana es su rostro lo que reemplaza la oscuridad.

En mí, ahogó a una pequeña niña, y en mí una anciana

Emerge hacia ella día tras día, como un terrible pez.